Compartimos a continuación un artículo del diario Tiempo Argentino titulado «Cooperativa contra la especulación». La nota reseña una experiencia de organización cooperativa que, en el marco del plan Pro.Cre.Ar, aborda y hace frente a la problemática de la especulación inmobiliaria.
Cooperativa contra la especulación
Unas 30 familias beneficiarias del plan Pro.Cre.Ar que no encontraban terrenos accesibles para construir se unieron y buscan levantar un barrio en Marcos Paz.
Unas 30 familias se asociaron en una cooperativa para hacer efectivo el crédito que habían conseguido en el programa oficial Pro.Cre.Ar. A través de las redes sociales, los beneficiarios del crédito oficial buscaron esquivar la traba que suele significar la especulación inmobiliaria y conformaron la cooperativa El Cardumen, y así buscaron un predio que cumpliera con los requisitos legales y que estuviera dentro de sus posibilidades económicas.
El plan de vivienda lanzado por el gobierno nacional en 2012 ya lleva otorgados cerca de 136 mil créditos, pero hay obstáculos: el negocio inmobiliario nunca descansa. Días atrás, el defensor del Pueblo bonaerense, Carlos Bonicatto, denunció: «Observamos que el incremento del valor de las tierras obstaculiza la oportunidad de contribuir a saldar una deuda histórica como el déficit habitacional».
El primer encuentro de El Cardumen fue hace un año y medio: allí se reunieron las primeras doce familias que compartían el mismo problema. Pablo Cejas, actual presidente de la Cooperativa, estuvo en ese primer grupo. «Nosotros fuimos beneficiario del primer sorteo (ya se realizaron diez), y el problema más grave que enfrentábamos eran la impotencia y la frustración de sentir que se iba a perder la oportunidad de llegar a la casa propia», le contó a Tiempo. «Si yo no me desanimé, fue por la cooperativa, porque empezamos a conocernos y a sentir que se podía lograr entre todos.»
Tras mucho buscar, y reunirse con responsables de la ANSES (organismo del que depende Pro.Cre.Ar) y representantes del Instituto de Tierras de la Nación, encontraron y señaron un terreno de siete hectáreas en Marcos Paz, en el oeste del Gran Buenos Aires. «Actualmente estamos negociando con el gobierno comunal –explica Cejas–, porque ellos dicen que la tierra que señamos está fuera de zona urbana, lo cual es cierto: es lo que se denomina zona rural complementaria, precisamente porque la tierra urbana es imposible de comprar en el marco del Pro.Cre.Ar: la idea es urbanizarla a través de un acuerdo entre la cooperativa y el Estado». La propuesta que se baraja ahora es trazar las calles internas y habilitar el predio bajo la figura de «consorcio urbanístico».
CAMBIAR LA MIRADA. Organizadas en cooperativa, las familias cambiaron la óptica: antes pensaban en construir una casa; hoy se reúnen semanalmente para diseñar una ciudad distinta. «Nos pusimos en contacto con Eduardo Jarque, un arquitecto de la Universidad Nacional de La Plata que plantea un diseño sustentable: nos propuso que, además de una plaza en el centro y de los espacios comunes, reserváramos, por ejemplo, un espacio común para la producción cooperativa, para que los vecinos no se tengan que ir del barrio a trabajar a otro lado».
El predio que la cooperativa señó tiene un valor de 90 mil dólares. Piensan lotear las siete hectáreas en más de 100 lotes de 600 metros cuadrados, que quedarían con un costo aproximado de 15 mil pesos por familia, que podrían legar a convertirse en 35 mil si se le suma el costo de infraestructura, la apertura de calles y el cableado eléctrico más los servicios. «De esos números se puede sacar la cuenta de la ganancia usurera que saca la gente que se dedica a esto. Ninguno de nosotros conseguía un lote por menos de 200 mil pesos», dice Cejas. Hoy siguen sumándose miembros a la cooperativa, «pero nosotros no queremos que nadie crea que vendemos lotes a beneficiarios del Plan –se ataja Cejas–, nosotros sumamos a familias que estén de acuerdo con el proyecto cooperativo más general, para salir de este conflicto que se provoca por la especulación».
La cooperativa tomó como consigna difundir la idea de que el esfuerzo cooperativo es el camino. «Sabemos de muchos beneficiarios del Pro.Cre.Ar que se cansaron de buscar terrenos y lo perdieron porque se desanimaron –agrega Cejas–. Nosotros queremos difundir que esta herramienta es una posibilidad, y nos encantaría que la presidenta Cristina Kirchner nos reciba, para que le podamos plantear todo lo que aprendimos en este año: que la cooperativa es la llave para destrabar el escollo de la especulación inmobiliaria». «
Un plan de vivienda sin precedentes
La inversión total acumulada planificada para todo el año 2015 del plan Pro.Cre.Ar es de 78 mil millones de pesos. Para dimensionar la magnitud del proyecto, se puede comparar con la historia del crédito para la vivienda en el país. En sus 125 años de existencia, el Banco Hipotecario otorgó un millón de créditos y el Pro.Cre.Ar, en sólo dos años y medio de vida, entregó cerca del 13% de esa cifra: 136 mil préstamos. De ese total, 104.635 corresponden a créditos hipotecarios de la línea individual para compra de lote y construcción de vivienda, ampliación y terminación, y el resto forma parte de los 90 desarrollos urbanísticos que contemplan la edificación de 31.819 viviendas.
